El mejoramiento escolar y la recuperación de confianza de la profesión docente fueron los temas centrales abordados durante la inauguración del año académico de la Escuela de Pedagogía de la PUCV, encuentro que contó con el Dr. Cristián Bellei, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, como conferencista principal.
En la oportunidad, el experto en educación ahondó en la confianza social en la profesión y cómo se logra avanzar en ella, frente a la existencia de mecanismos de evaluación y control externo de la profesión y frente al mejoramiento escolar.
El académico dirige, desde el año 2013, un proyecto Anillo, del Programa de Investigación Asociativa Conicyt, sobre Mejoramiento de la Efectividad Escolar en Chile y ha participado como coordinador en la publicación de ediciones como el libro Lo Aprendí en la Escuela (LOM, 2014), en el que participaron investigadores del CIAE y la UNICEF.
Por eso, su charla en la Escuela de Pedagogía de la PUCV estuvo orientada precisamente a mejoramiento escolar y profesión docente.
En este sentido, Cristian Bellei explicó que existe en la actualidad la necesidad de preguntarse si es posible que en las aulas se aprenda bien, aplicando pruebas externas, como el Simce, o más bien ejerciendo una enseñanza equitativa que integre las diferencias y ponga atención en elementos psicosociales relevantes para el desarrollo de los estudiantes. “En la manera de cómo la profesión docente responda a esa pregunta, se juega buena parte de la constitución de la docencia en Chile como una profesión de alto estatus”, explicó el académico.
Añadió que “la idea de que una profesión sea responsable ante la sociedad de los resultados de su trabajo, y la de poner una prioridad a los aprendizajes que efectivamente adquieren los alumnos en su proceso escolar son importantes y para nada incompatibles con una noción profesional de la docencia”. Pero la pregunta, dijo, es cómo hacerlo y específicamente si los test como dispositivos externos de control, son compatibles con la noción de autonomía y saber profesional en el núcleo duro de la enseñanza.
Al respecto, calificó como “una tendencia negativa la idea de concebir que los procesos de enseñanza de aprendizaje y el mejoramiento de las escuelas puedan ser completamente orientados alineando la docencia y la gestión escolar a las pruebas estandarizadas”.
“La clave es la recuperación de la confianza en los docentes, pero esta confianza no se recuperará –creo yo- simplemente como una demanda sindical en una negociación laboral, ni porque los puntajes de los tests suban espectacularmente”, dijo Bellei. Y añadió que “desde el lado de la sociedad implica elevar el estatus profesional de la docencia (sus ingresos, condiciones de trabajo, calidad de la formación inicial, etc.), pero con un complemento desde el lado de los docentes, que implica hacerse cargo de la demanda de fondo: hacerse responsables de los aprendizajes de sus alumnos, de todos los aprendizajes y de todos los alumnos”.
Esto significa, explicó, consolidar su saber profesional como el núcleo duro de su profesión (con diagnóstico, diseño, enseñanza, evaluación del aprendizaje escolar) y como proyecto colectivo e institucional (vinculando escuelas de pedagogía y sistema escolar).
Al respecto, mencionó los hallazgos de la investigación que dio origen al libro Lo Aprendí en la Escuela y que señalan, entre otros puntos, que las escuelas pueden seguir distintos tipos de estrategias de mejoramiento, las que se pueden esquematizar en: tácticas de corto plazo (acciones específicas, dirigidas a resolver asuntos parciales del trabajo escolar); respuesta estratégica (procesos de cambio articulados, integrales y de mediano plazo), que abordan diferentes dimensiones del trabajo escolar, con foco en el aprendizaje de los alumnos y el trabajo de aula; y generación y desarrollo de capacidades (escuelas donde los docentes trabajan colaborativamente, con foco en el mejoramiento de la enseñanza; donde hay liderazgo y capacidad de adaptarse a los cambios del contexto).
FORMAR BUENAS Y MEJORES PERSONAS
Por su parte, el director de la Escuela de Pedagogía de la PUCV, José Miguel Garrido, destacó “el desafío de fortalecer nuestro quehacer de acuerdo a lo que la sociedad demanda” y, en este plano, manifestó que el reciente cambio curricular en la Unidad Académica “aspira a mejorar el itinerario formativo para un mejor desempeño”.
Y en el marco del sello de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, agregó que “no solo formamos a nuestros estudiantes para que sean mejores profesores y profesoras, no solo para que lideren una enseñanza en la que sus futuros alumnos aprendan lo definido en un currículum, sino que también trabajamos para que sean buenas y mejores personas”.
Fuente: Comunicaciones CIAE /PUCV